sábado, 2 de octubre de 2010

2º Bachillerato Filosofía: Platón

                                  PLATÓN
1. CONTEXTO HISTÓRICO - FILOSÓFICO
Nace (428-347) en el seno de una familia noble (por lo que su educación es exquisita) durante la guerra del Peloponeso, en la que se ven implicadas Atenas y Esparta. Esta guerra refleja un enfrentamiento entre dos modelos de organización política y económica (Atenas: democracia selectiva, florece industria, arte cultura; Esparta: aristocrática y conservadora). Tras la derrota de Atenas se implanta el gobierno de los Treinta Tiranos los cuales posteriormente serán derrotados y se implanta nuevamente la democracia. Este nuevo gobierno tendrá funestas consecuencias para los atenienses (importante crisis social y política, la legislación y la moralidad estaban corrompidas), entre ellas condenar a muerte a Sócrates “el más justo de los hombres de su tiempo”. Este episodio marcará sus ideales políticos y le confirma la necesidad de una organización política más radical, que la persuasión razonable de Sócrates. A partir de ese momento su interés se orientará hacia la educación la cual tiene una finalidad claramente práctica, política En su Academia pretende educar a los futuros gobernantes-filósofos para organizar un sistema político que sea justo. Se trata de hacer que los ciudadanos sean hombres mejores. La preocupación política y moral de la filosofía platónica atraviesa todos los diálogos y se convierte en el tema central de la República, obra en la que Platón nos presenta su modelo de Estado.
Al margen de la contextualización histórica no podemos perder de vista una contextualización filosófica.
La originalidad de los primeros filósofos griegos radica en buscar el arjé o principio de las cosas en la naturaleza, no en la voluntad de un ser divino. De los pensadores que le precedieron, Platón acepta la división que Parménides hace de la experiencia: el camino de los sentidos fuente de opinión (doxa) y el camino de la razón, vía de la ciencia (episteme). Contra Heráclito argumenta que si no existe algo permanente no se puede explicar el ser de las cosas. De Heráclito asume también la dialéctica como método que nos ayuda a leer y comprender la realidad. De los pluralistas toma Platón el elemento ordenador (Nous) presente en la doctrina de Anaxágoras, pero rechaza la teoría del caos y el azar presente en el atomismo de Demócrito. Parece también muy vinculado con el pitagorismo, tras sus viajes a Italia. Por ejemplo, el mundo de las ideas participa de la estructura organizativa y modélica que Pitágoras otorga a los números.
Pero el influjo más cercano le viene de su maestro Sócrates y de los sofistas, que  son sus contemporáneos. Todos ellos son personajes centrales en los Diálogos platónicos[1]. De Sócrates aprende la necesidad de definir los conceptos y su intelectualismo moral. Con los sofistas comparte la idea de la necesidad de la educación para hacer de los hombres buenos ciudadanos, pero la contraposición con los sofistas se pone de manifiesto en la forma de entender la educación: no se trata de introducir conocimientos en la mente del educando, sino en enseñar a mirar hacia donde merece la pena mirar.
En el tema del conocimiento, o en el de la ética y la política, un referente obligado por la inmediatez que existe entre las ideas de ambos, coincidentes en algunos temas o radicalmente opuestas en otros, es Aristóteles. En el tema del conocimiento, el realismo aristotélico choca frontalmente con el idealismo platónico. Para explicar la realidad Aristóteles no postula, como Platón, un mundo inteligible (el mundo de las ideas) por encima del mundo de las cosas sensibles, porque ello implicaría duplicar innecesariamente la realidad. Él sustituye las ideas platónicas por la noción metafísica de forma, principio activo, que uniéndose a la materia, elemento pasivo e indeterminado, da lugar a la constitución de un ser o de una sustancia concreta. Se conoce esta teoría como "doctrina hilemórfica".
Con su teoría de la reminiscencia Platón explica el conocimiento como el recuerdo de lo visto anteriormente por el alma en el mundo de las ideas. Mientras que según Aristóteles, la mente es como una tabla rasa, y el contenido de su conocimiento tiene su origen en la experiencia.
Platón y Aristóteles comparten la idea de que hay que ser respetuoso con las leyes para ser feliz. Pero hay también notables diferencias entre ellos. Al hablar de las virtudes que regulan la actividad del alma, Platón propone la práctica de tres virtudes: la prudencia, la fortaleza y la templanza. Solamente practicando estas virtudes podrá el hombre mantener en equilibrio sus facultades, es decir, realizar la justicia y conseguir así la felicidad. Para él la justicia no es una virtud ética específica, sino el resultado de mantener en equilibrio las distintas facultades del hombre. En cambio, Aristóteles considera a la justicia como una virtud ética  independiente, y entra en matizaciones como la distinción entre lo que es justo por ley y lo que es justo por naturaleza, o señalando las características entre distintas clases de justicia.
En Política, el modelo aristotélico no es utópico como la República platónica, sino elaborado a partir del estudio de las Constituciones existentes en ese momento. Hay coincidencia entre ambos filósofos a la hora de señalar las diferentes formas de gobierno. Para Platón el modelo ideal es el gobierno presidido por los sabios- filósofos. Para Aristóteles no basta con tener en la mente un gobierno perfecto, sino que ha de ser realizable y adaptable a todos los pueblos. Según Aristóteles, en el equilibrio entre la ley y la libertad es donde se halla el ideal de gobierno democrático El modelo político cerrado y autoritario de Platón, que hace primar los intereses del Estado sobre los de los individuos, ha estado enfrentado hasta nuestros días con el modelo socrático y aristotélico de una sociedad abierta basada en el acuerdo racional entre los hombres.
En cuanto a la  repercusión de las doctrinas de Platón, en el siglo II nos encontramos con el neoplatonismo (Plotino), que es una mezcla de la doctrina platónica con la de Aristóteles y el estoicismo. El cristianismo, en especial el agustinismo (San Agustín), utilizará múltiples elementos del platonismo para organizar su cuerpo doctrinal.
 Algunos han visto en la República platónica un modelo de utopía política capaz de contribuir a crear una sociedad justa e igualitaria; Otros la consideran una ilusión; Pensadores socialistas del siglo XVIII tratan a Platón como un defensor de la igualdad y la comunidad.  En cambio otros filósofos ven en la República de Platón el germen de  las  doctrinas totalitarias contemporáneas (Pooper)  donde una “casta” privilegiada gobierna al ganado humano (Toynbee).
2. LOS DOS MUNDOS: EL MUNDO SUPRASENSIBLE O MUNDO DE LAS IDEAS Y EL MUNDO SENSIBLE (Teoría de las ideas).  
La teoría de las ideas no está sistemáticamente expuesta en ningún diálogo de Platón y fue continuamente revisada. Es el núcleo central de su filosofía y punto de referencia de todos los temas que trata. Las ideas serán cima y base de todos los campos: realidad, ciencia, moral. Platón pretende buscar el fundamento de la realidad sensible (de los seres múltiples, contingentes y mutables (influencia de Heráclito) en una realidad fija estable y absoluta a la cual sólo puede llegarse por la razón. Esta realidad será inmutable, objeto de conocimiento y firme norma de conducta (relación de la teoría de las ideas con la epistemología y la ética). La realidad queda dividida en dos mundos contrapuestos: mundo de las ideas/mundo sensible.
2.1  Mundo de las ideas
Es el mundo superior, invisible, inteligente. Es el paradigma, causa ejemplar del mundo sensible. Las ideas son el correlato en el mundo inteligible de las esencias de las cosas sensibles. Ej. Hay multitud de cosas bellas en el mundo sensible, pero la idea de belleza no se forma a base de Ctas comunes que encontramos en esas cosas que consideramos bellas. La idea de belleza existe por sí misma más allá de la mente y con independencia de los seres sensibles bellos. Una cosa es bella gracias a la idea de belleza.
Podemos señalar una serie de características:
1. Son causas de las cosas, en cuanto a su esencia, son causas ejemplares, fines o modelos.
2. Son inmutables: sólo captables por el entendimiento
3. Son eternas, únicas (idénticas a sí mismas).
4. El mundo de las ideas está jerarquizado: Las ideas forman un conjunto ordenado en la cúspide del cual se encuentra la idea del Bien. El Bien es la idea de las ideas, la causa, el fin y la razón última del ser, de la verdad y la fuente de conocimiento de las cosas. Es el sol del mundo de las ideas. Este mundo ideal tiene un carácter ontológico, epistemológico y ético (Formas matemáticas, valores éticos, formas de las cosas naturales. La jerarquía varía en función del enfoque que esté dando a la teoría; por ej. En la República la idea de Bien es la suprema y en el “Sofista”, la igualdad, existencia, diferencia).
2.2. El mundo sensible
 - Noción y origen del mundo sensible: Es la segunda realidad, la que perciben los sentidos: una realidad física, visible, material, sujeta a cambio (Heráclito) y movimiento, mundo de sombras en el que vivimos, reflejo y participación del mundo de las ideas. Lo que vemos palpamos oímos etc., son cosas particulares, concretas; Platón se pregunta por la esencia de esas cosas concretas (árbol, casa, libro) y lo que hace que cada cosa sea lo que es, es LA IDEA (de árbol, casa, libro). Las cosas no son más que copias de  LA REALIDAD, meras apariencias; lo que es real es la Idea, que es la que da el ser a las cosas. El mundo sensible imita a la auténtica realidad: el mundo de las ideas.
Ahora Platón se plantea QUIÉN o QUÉ configura el mundo sensible según el arquetipo de las ideas.
- EL DEMIURGO
Platón recurre al Demiurgo: un ser personal, un dios inferior a las ideas y superior al mundo sensible. Quizá sea un mito inventado por Platón para explicar la existencia del mundo sensible carente de razón. Quizá sea la forma de explicar la existencia de la belleza, armonía del mundo sensible, pero a la vez con sus imperfecciones, defectos y males. El Demiurgo modela la materia a imagen del mundo ideal.
Las causas que concurren en el origen del mundo sensible son: el elemento primigenio y caótico como causa material, las ideas como causa ejemplar y el demiurgo como causa ordenadora. La realidad sensible es, tiene realidad en la medida en que participa o imita a su IDEA o MODELO. Y tanto más real será cuanto más grado de imitación o participación tenga. (La relación de las cosas con las ideas ya sea por participación o imitación plantea dificultades a Platón para inclinarse por una de ellas: si las cosas participan de las ideas, éstas están en cierto modo en ellas y entonces estarían separadas de sí mismas y si las imitan, son copias y es difícil explicar esa imitación)
Si el Cosmos es imperfecto no es por culpa del Demiurgo sino porque la materia la materia limitada y cambiante no tiene capacidad para recibir las perfecciones más que en grado limitado.
→ Así pues contamos con un dualismo ontológico: dos tipos de realidades completamente diferentes, mundo sensible/mundo de las ideas; y con un dualismo epistemológico: dos modelos de conocimiento distintos correspondientes a dichas realidades, conocimiento sensible/conocimiento intelectual↓
3. TEORÍA DEL CONOCIMIENTO (Epistemología): GRADOS DEL CONOCER Y LA DIVISIÓN DE LAS CIENCIAS. LA DIALÉCTICA.
3. 1 El objeto de la Ciencia
- El problema de la realidad y el problema del conocimiento están estrechamente unidos. Los presocráticos ya contrapusieron la opinión (alcanzada por los sentidos) a la ciencia (conocimiento fijo, estable, cierto y necesario) alcanzada por el entendimiento. El problema estaba, en cómo hacer Ciencia si los seres que perciben nuestros sentidos (única fuente de conocimiento para los sofistas) son mutables y contingentes. El conocimiento supone estabilidad de su objeto: no puede haber conocimiento si todo cambiara y nada permaneciera inquebrantable. La ciencia no puede tener entonces como objeto la realidad sensible ya que como sabemos ésta es cambiante. Los objetos de la percepción sensible no pueden fundamentar el conocimiento ya que éste tiene que ser objetivo, infalible y universal.
Para Platón no todo está en continuo devenir. Hay una realidad estable y susceptible de ser conocida que permitirá un conocimiento universal: la realidad de las ideas.
El conocimiento de estas realidades no se obtiene a través de los sentidos sino del pensamiento: Esto es lo que significa cuando dice Platón que son realidades inteligibles. Esta afirmación significa también que son conceptos o realidades ideales que existen independientemente del pensamiento y a las que solo se accede por contemplación. Las ideas desde un punto de vista epistemológico, fundamentan la objetividad y universalidad del conocimiento. Las esencias, objeto de la Ciencia, son permanentes e inmutables. Queda así garantizada la existencia de la Ciencia, dotando a su contenido de una realidad fija y estable.
3. 2 Tipos de Conocimiento
Distingue varios tipos de conocimiento (como muestra también el Mito de la Caverna):
LA OPINIÓN  o El conocimiento sensible cuyo objeto es el mundo sensible que es cambiante. No lo considera un conocimiento en sentido pleno. Aquello que es objeto de los sentidos. Platón distingue dos niveles:
1º CONJETURA (imaginación) opinión que se refiere a “las sombras y los reflejos de las cosas” son imágenes, conocimiento de los prisioneros encadenados (“ignorancia”, quienes creen fielmente en el conocimiento sensible)
2º CREENCIA opinión que no se justifica por un razonamiento riguroso y que se refiere a los objetos del mundo sensible. Nivel de quien al menos sabe diferenciar las cosas aunque sea en un nivel muy simple. El sentido no es fuente de verdad. Prisioneros liberados (pertenecería a este nivel, todas las Ciencias experimentales-mecánicas). Es propia de los hombres sin educación.
LA INTELIGENCIA: tiene como objeto el mundo inteligible, que es inmutable. Conocimiento del mundo de las ideas, propio de los filósofos. Versa sobre lo universal, lo estable, lo eterno e inmutable, es decir, las ideas. Platón distingue entre:
Pensamiento dianoia (conocimiento discursivo) propio de las matemáticas y ciencias exactas (música, astronomía)  que emplean un método hipotético.
Conocimiento noesis (conocimiento dialéctico). Un saber riguroso que es fruto de la contemplación directa de las Ideas, en particular la Idea  de Bien. Constituye la dialéctica, único grado de conocimiento merecedor para Platón de tal nombre. Ciencia perfecta. Así pues a través de los sentidos se llega a la opinión y por la razón a la sabiduría. Por ejemplo si alguien trata de definir la belleza limitándose a las cosas particulares que son bellas, estaría situado en la doxa. Si en cambio se refiere a la esencia de la belleza o a la belleza en sí, y dijera que las cosas bellas, particulares, no son más que copias de ella, estaría en el plano de la Ciencia.
Platón añade que el conocimiento de las ideas es la tarea del filósofo. El verdadero filósofo es capaz de discernir que las cosas particulares y concretas no son más que copias de las ideas. El filósofo es el educador de los demás hombres, pues está en condiciones de llevar a los hombres de la Opinión a la Ciencia (del mundo sensible al inteligible).
3. 3 Caminos para llegar a la verdad
→LA DIALÉCTICA: Platón hereda de Sócrates el método de filosofar dialogando. Entre ambos hay una diferencia: Mientras Sócrates comienza analizando la experiencia hasta llegar al concepto (razonamiento inductivo: de lo particular a lo general), Platón utiliza el camino inverso yendo de lo universal a lo particular (deducción), iría  de la idea de belleza a las cosas bellas.
Platón llamó dialéctica al verdadero conocimiento científico; con ella el hombre aspira al conocimiento de la verdad y de la idea de Bien como fundamento de toda la realidad. Por lo tanto la dialética se convierte en la Ciencia suprema, cuyo objeto son las entidades trascendentes del mundo ideal. La dialéctica es un método de ascensión de lo sensible a lo inteligible (Mito de la caverna).
 Entonces también significa proceso - desde las sombras -  para alcanzar las ideas y su conocimiento es la coronación de todos los saberes, saber propio de los gobernantes.
De esta manera se corresponde el grado supremo de Ser (las Ideas) con el grado supremo de conocer (la dialéctica), y todas las demás Ciencias quedan reducidas a medios para ascender  a esta cumbre.
Con la dialéctica la inteligencia se remonta hasta los límites de lo inteligible y alcanza la cota más alta a la que puede aspirar el conocimiento humano (mundo de esencias eternas, inmóviles, puramente inteligibles). Se llega por un camino ascendente y de síntesis: se pasa de lo múltiple a lo uno, de lo contingente a lo necesario, de las apariencias a la  realidad, de las imágenes a la verdad (esta es la tarea más noble para el hombre).
Así, la tarea del filósofo es el conocimiento perfecto de la realidad. Su misión, según el mito, es volver y sacar a los hombres de las tinieblas, de la ignorancia y  de las sombras de la opinión hasta hacerles  llegar a la contemplación de la verdadera realidad del mundo de las Ideas, presidido e iluminado por el sol - idea de Bien–( Hay dos momentos en todo proceso dialéctico:  Uno ascendente hasta conocer la verdadera realidad - alcanzar el mundo de la luz al final del viaje - y otro descendente para hacer partícipe a los demás de ese conocimiento - regreso a la caverna - )
Ahora bien, en esta vida, mientras el alma  se encuentra encerrada en la cárcel del cuerpo, sólo es posible un conocimiento indirecto, por medio del raciocinio que ayuda a despertar la  reminiscencia de lo que el alma conoció en otra experiencia o experiencias anteriores.
→LA REMINISCENCIA: o el recuerdo de las Ideas (Mito del carro alado). Para Platón el alma antes de unirse al cuerpo ha contemplado las ideas, las ha conocido. Aprender no es adquirir nuevos conocimientos, sino recordar lo que ya se conoce”. Una prueba de dicha afirmación: “Puesto que viendo cosas iguales, advertimos que no son exactamente iguales, es preciso que antes hayamos conocido la esencia misma de la igualdad - lo igual en sí - con que comparamos las cosas iguales. Igual con las cosas bellas...” (Para evocar el recuerdo de las ideas influirá el contacto con los objetos sensibles ya que estos son copias de aquellas).Todo nuestro conocimiento es a priori, poseído antes o con independencia de nuestra experiencia; antes de que intervengan los sentidos ya teníamos esos conocimientos, sólo hay que actualizarlos.
4. CONCEPCIÓN ANTROPOLÓGICA
Hemos de destacar que Platón ejerce una influencia decisiva en la antropología occidental, sobre todo la cristiana (casi idéntica). Defiende al igual que en el plano ontológico, una concepción dualista del hombre: ser compuesto de alma y cuerpo, como entidades totalmente distintas y contrarias, pero con una consideración tan elevada del alma que puede decirse - más tarde lo dirá S. Agustín - que el hombre es lo que es su alma.
El origen del alma es eterno y su unión con el cuerpo aparece como un castigo, un pecado, algo contrario a su naturaleza divina. El cuerpo es la cárcel del alma: Pues son dos realidades heterogéneas tanto por su naturaleza como por su origen. Si el cuerpo es de naturaleza material, el alma es de naturaleza espiritual y procede del mundo inteligible que es su lugar natural. Por eso mientras permanece unida al cuerpo, anhela liberarse de él y retornar a su origen primitivo. La unión cuerpo-alma es accidental. Platón explicará la naturaleza tripartita del alma  y su unión al cuerpo mediante el “Mito del carro alado(Fedro): El alma formaría parte del séquito divino que circula por los cielos, donde se pueden contemplar las Ideas. Todos los personajes van en carros tirados por excelentes corceles, en cambio los del alma humana son diferentes: uno es blanco y noble, parte irascible del alma,  simboliza las pasiones nobles del hombre (valentía, fortaleza, nobleza); el otro es negro e indómito, parte concupiscible, simboliza los apetitos, aquellas necesidades primarias de la naturaleza humana. Por más que el auriga, la razón, intenta dominarlo el alma cae y es castigada a encarnarse en un cuerpo material y mortal. Estará condenada a encarnarse en sucesivos cuerpos  hasta que purifique y expíe su falta.
Estas tres partes del alma en cierto modo luchan entre sí y representan distintos aspectos de las actividades psicológicas del hombre: las pasiones, los apetitos, y la razón.
→Platón trata de resolver el problema de lo racional e irracional en el hombre y alude a la necesidad de que lo racional gobierne sobre lo irracional. Las relaciones del alma y del cuerpo son violentas: el alma tiende hacia el bien y la verdad que se hallan en el mundo ideal, aspirando a separarse del cuerpo; en cambio éste limita sus aspiraciones al mundo sensible, imperfecto y engañoso. El cuerpo, material y corruptible, es por una parte lugar de purificación del alma, pero, simultáneamente, una rémora para las actividades propias del alma. De ahí el concepto peyorativo del cuerpo (también en el cristianismo), y la necesidad del ascetismo para que pueda ser guiado por el alma.
De ahí, ¿quién será virtuoso? El filósofo que no se preocupa de los placeres corporales, sino del conocimiento de la idea. Platón establece un abismo entre el mundo del espíritu y el mundo de los sentidos, espiritualismo y materialismo en confrontación dialéctica.
→Platón también considera que el fin del alma racional es la inmortalidad y expone sus razones:
1. Es una consecuencia de la espiritualidad. El alma es de naturaleza espiritual ya que es capaz de elaborar conceptos no materiales, es capaz de reflexionar sobre ella misma y es diferente a la materia, al cuerpo. Éste muere y el alma es inmortal (dualismo cuerpo/alma)
2. Un ser espiritual tiene que ser simple (sin partes). El alma no puede morirse porque no tiene partes y la muerte es la división de la partes (lo que le ocurre al cuerpo).
3. Argumento ético: El destino del alma va a ser el mundo de las ideas, pero para ello el alma debe dejarse guiar por lo justo y recto. Las que filosofan y conocen el mundo ideal vuelven a su lugar de origen, en donde preexistían. Las almas que se han dejado guiar por sus pasiones incontroladas son condenadas a errar y vagar indefinidamente a seguir reencarnándose en diversos cuerpos, según su comportamiento anterior y se liberarán con la adquisición del conocimiento, de la ciencia de la verdadera realidad.
5. ÉTICA  Y POLÍTICA: LA ORGANIZACIÓN IDEAL DE LA RÉPÚBLICA
5.1 ÉTICA
Como todos los filósofos considera que el hombre aspira a la felicidad. Ahora bien, ¿en qué consiste esa felicidad? y ¿dónde está el objeto capaz de hacerle feliz? En la consecución del Bien. Y ¿en qué consiste? Para responder a esta pregunta Platón recurrirá nuevamente a su teoría de las ideas.
Con esta teoría Platón supera el relativismo moral de los sofistas, ya que la idea de Bien, Justicia, etc., se convierten en  el criterio para saber discernir entre el Bien y el mal, lo justo y lo injusto. También supera el cierto utilitarismo que se desprendía de la ética socrática (el bien, que debe guiar al hombre, es lo útil).
Dicha teoría le permite dar unas normas fijas, objetivas y universales que sirven de guía en la vida. El hombre debe perseguir el Bien en cuya posesión reside la felicidad. En esta vida la felicidad consistirá en la práctica de la virtud y cultivo de la filosofía (la dialéctica): ambas cosas llevan a un mismo resultado: liberar al hombre de su cuerpo, para que pueda contemplar las ideas. Es decir, la virtud y la filosofía pretenden purificar al hombre, que éste mediante la razón someta todas sus inclinaciones, así estará preparado para contemplar el mundo ideal, en el cual consiste y está el Sumo Bien.
LA VIRTUD como "salud del alma”, entendiendo por tal hecho que cada parte del alma cumpla su función:
- Parte racional; virtud de la prudencia o sabiduría (dirige la vida práctica).
- Parte irascible; virtud de la fortaleza (sacrifica los placeres al deber).
- Parte concupiscible; virtud de la templanza (regula actos concupiscibles).
La virtud es la armonía entre esas tres partes, por eso identifica la noción de virtud con la de justicia (la justa correspondencia de las diferentes partes del alma).
5.2 POLÍTICA
La división platónica de la sociedad y la justicia
En la República Platón expone su concepción de la organización social y política ideal al hilo de una investigación sobre la justicia. Dos son las tesis principales de la teoría política platónica:
1.    El gobierno de la ciudad debe ser un arte basado en un conocimiento verdadero.
2.    La sociedad es una mutua satisfacción de necesidades entre sus miembros, cuyas capacidades se complementan.
Estas dos tesis llevan a Platón al planteamiento de una organización social cerrada, a una división en clases rígida y selectiva. Y son los que controlan el poder los que determinan quién forma parte de cada clase: 1. Artesanos; 2. Guardianes -guerreros; 3.Gobernantes –filósofos. La sociedad organizada de este modo se corresponde con la división tripartita del alma y como en cada hombre predomina una de las tres partes eso permite la distribución de los roles sociales de acuerdo con las características psicológicas de los individuos: artesanos (alma concupiscible), guerreros (alma irascible), los gobernantes - filósofos (alma racional).
Y a cada grupo le corresponde una virtud particular, que no es otra que la que predomina en el alma de los integrantes de ese grupo: la prudencia a los  gobernantes, la valentía a los guerreros y la templanza la de los artesanos
→Todas las clases sociales son necesarias, pero cada una goza de diferente rango y dignidad. Y cuando cada clase social cumple su cometido entonces reina la Justicia (el elemento particular al servicio del todo). Aquí vemos un estrecho paralelismo entre la justicia individual y colectiva: en el primer caso reina la justicia cuando cada parte del alma se ordena según la virtud que le es propia y en el segundo caso cuando cada clase social cumple su función.
Pues bien, el fin de la justicia es el bien común y a él van encaminadas todas las leyes. El bien de la ciudad trasciende y se sobrepone a los bienes particulares de los individuos que la componen (todos los ciudadanos deben servir a la República, cada cual en el papel que le corresponda por clase social; Aquí vemos el comunismo platónico).
  Platón concibe su ESTADO ideal  como un gran organismo, con los mismos fines éticos que el hombre: alcanzar la felicidad.
El hombre es un ser social por naturaleza, entre el individuo y el estado hay una estrecha relación. El hombre por sí sólo no puede alcanzar el bien necesita de los demás, el estado tiene una función salvadora. El hombre se realiza plenamente en el seno del estado y el estado funcionará bien cuando gobiernen hombres virtuosos. El hombre no es sólo un individuo sino que, junto con eso, es un ciudadano. Y es precisamente en la polis donde adquiere las virtudes éticas, propias del hombre honrado y de todo buen ciudadano (tanto para Platón como para Aristóteles la ética estará subordinada a la política).
→Un rasgo importante de la política de Platón es la del rey-filósofo: los filósofos, cuya virtud es la sabiduría o prudencia son los únicos aptos para el gobierno, ya que éstos están en contacto con el mundo de las ideas, mundo del verdadero ser, conocimiento, y mundo de los valores supremos. El filósofo es el que mejor conoce el Bien y la Justicia.
→También es importante el papel de la educación. Una educación para todos para poder caminar en la sabiduría  y conseguir una sociedad más justa. Cabe señalar aquí que dicha educación va especialmente dirigida a los gobernantes y guerreros, propio de un comunismo restringido y un tipo de gobierno aristocrático  (meritocrático)[2].


[1]   Diálogos socráticos: Apología de Sócrates, Protágoras; Transición: Gorgias, Menón; Madurez: El Banquete, Fedón, La República; críticos: Parménides, Teeteto; Vejez Filebo, Timeo, Las leyes
[2] Formas de gobierno (se pasa de una a otra por degeneración sucesiva): Aristocracia: la más perfecta forma de gobierno (la de los mejores); Timocracia: Dominio de la clase militar; Oligarquía: Una minoría ambiciosa ostenta el poder y oprime a los demás, estos cansados se apoderan del gobierno y llegan a la  Democracia: gobierno de todos. Éstos no están preparados para gobernar, se producen desórdenes y el más demagogo y violento se apodera del poder llegando a la Tiranía: Ausencia de libertad, gobierno injusto y degenerado.