lunes, 17 de febrero de 2014

LA ILUSTRACIÓN. EL IDEALISMO TRASCENDENTAL: KANT.

1. LA ILUSTRACIÓN CARACTERÍSTICAS GENERALES Y CONSECUENCIAS

1.1 MARCO HISTÓRICO Y SOCIOPOLÍTICO
            La Ilustración tiene lugar en la época de las revoluciones liberales y burguesas: desde la revolución inglesa de 1688 a la francesa de 1789 aproximadamente. El pensamiento ilustrado, por tanto, expresa la ideología crítica de la clase burguesa contra el antiguo régimen y la concepción liberal y tolerante de ésta, que se manifiesta en sus grandes ideales de Libertad, Igualdad y, posteriormente, Fraternidad.
            Los países en los que la Ilustración tuvo mayor fuerza y relieve fueron Inglaterra (Hume, Locke, Hobbes, Newton,…), en donde propiamente se inició; en Francia (Rousseau, Voltaire, Montesquieu, D´Alembert, Diderot,…), donde adquirió mayor brillantez, y en Alemania (Kant), adonde pasó desde Francia.
La Ilustración repercutió de modo muy diferente en los diversos países:
En Inglaterra, en un marco de menor tensión sociopolítica, la Ilustración tuvo un carácter fundamentalmente empirista-epistemológico, cultivó las ciencias de la naturaleza y cuestiones sobre religión, con cierta tolerancia.
En Francia, con una progresiva tensión social entre la monarquía autoritaria y una ascendente clase burguesa que reclama derechos de igualdad y libertad, los temas fundamentales son la moral, la política, el derecho y el progreso histórico.
En Alemania, la Ilustración, cuya máxima figura fue Kant, no se caracteriza por tratar nuevos temas, sino por el análisis de la “razón”, con la idea de encontrar en ella los principios que rigen el saber sobre la naturaleza y la acción moral y política.
            La obra más representativa de la Ilustración francesa, y se podría decir que de la actitud ilustrada en general, es la Enciclopedia o Diccionario razonado de las ciencias, de las artes y de los oficios. Significó una gran revolución en la cultura y el pensamiento, cuyos autores más destacados fueron Diderot y D´Alembert. Sus objetivos fueron: a) difundir la cultura y los conocimientos existentes; b) crear una opinión crítica y antidogmática, y c) sobre todo, llevar a cabo una dura crítica de los prejuicios y de las creencias tradicionales.

1.2. CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LA ILUSTRACIÓN
1) ATAQUE A LAS “VIEJAS VERDADES”: adoptan una postura escéptica ante las verdades heredadas del pasado, con las que eran tan críticos, por lo que habrá que investigarlas a la luz de la razón.
2) FE INQUEBRANTABLE EN LA RAZÓN: consideran que la naturaleza está organizada racionalmente y también deben estarlo la ética, la política, la religión,… por lo que la razón humana es fundamental para el progreso y el logro de la libertad.
3) NECESIDAD DE ILUSTRAR AL PUEBLO: es la condición previa para que una sociedad mejore el adiestrar en el uso de la razón al pueblo.
4) IDEA DE PROGRESO y OPTIMISMO CULTURAL: con el uso de la razón la humanidad puede progresar constantemente hasta lograr la felicidad.
5) VUELTA A LA NATURALEZA: para Rousseau lo natural es lo racional, ya que consideraba que el hombre es bueno por naturaleza y la civilización lo corrompe.
6) DEISMO: aunque admiten la existencia de Dios, consideran que deben eliminarse de la religión los dogmas irracionales que se le han añadido.
7) PROCLAMACIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS: se proclaman los derechos fundamentales del hombre, que los posee todo ser humano sólo por el hecho de haber nacido.

Ahora bien, donde mejor se conoce el «espíritu ilustrado» es en su concepto de «razón».

 1.3. EL CONCEPTO DE “RAZÓN ILUSTRADA”
Integra los siguientes rasgos: 
1.    La autonomía de la razón.
Kant expresa de un modo modélico el carácter autónomo de la razón ilustrada en su artículo ¿Qué es la Ilustración?: “Ilustración es la salida del hombre de su culpable minoría de edad es la imposibilidad de servirse de su entendimiento sin la guía de otro… Sapere aude: Ten valor de servirte de tu propio entendimiento. Tal es el lema de la Ilustración” (1)
La Ilustración consiste en rebasar la minoría de edad de la razón y hacer que ésta piense por sí misma. Se exige confianza en ella y la decisión de servirse de ella con independencia, sin otros límites que aquellos que le vengan dados por su propia naturaleza. De ahí la necesidad de analizarla y reconocer sus límites, como hará Kant en el ejercicio crítico de la razón que constituye su filosofía. La razón kantiana es una facultad dinámica de principios, una razón legalizante desde sí misma. Por otra parte la razón no se opone a la naturaleza, precisamente esta última es la garantía de la razón.
2.    Carácter crítico de la razón.
La razón ilustrada autónoma es crítica en los siguientes sentidos:
a) contra los prejuicios que la ciegan y paralizan.
b) contra las tradiciones que simplemente se soportan por formar parte del pasado.
c) contra la superstición y la idolatría.
d) contra toda autoridad no reconocida ni reconocible como tal por la propia razón.
3.  Carácter analítico de la razón.
La razón es concebida como un instrumento o medio para conocer y con el cual interpretar el mundo y ejercer la crítica. Frente a una concepción como la racionalista (Descartes) de la razón, que es concebida como preñada de contenido (teoría de las ideas innatas), que pretende conocer desde sí misma de un modo deductivo y a priori  la realidad, la razón en la Ilustración se entiende como capacidad de adquirir conocimiento a partir de la experiencia, analizándola, comprendiéndola, creándose un vínculo estrecho entre lo empírico y lo racional.
4. Carácter secular de la razón.
La Ilustración tiene una concepción secularizada de la razón, frente a una concepción religioso-teológica del mundo como la medieval o una concepción racionalista de la razón, como la de Descartes, que se remite en último término a la teología. La Ilustración, en cambio, adopta una progresiva secularización de la vida humana. Por tanto, el progreso y liberación de la humanidad ya no va a depender de un Dios providente (interviene en el mundo: milagros,…) y redentor (salvación sobrenatural), sino que es resultado del propio trabajo y esfuerzo de la humanidad en la historia.
5.  Los límites de la razón. La razón es una y la misma en todos los pueblos, culturas, épocas y sociedades; tiene una esencia o naturaleza fija, constante, aunque desarrollable en el tiempo mediante el esfuerzo y el aprendizaje continuos. Lo mismo que existen unas leyes físicas esenciales en la naturaleza, se supone que existen una serie de características propias de la actividad racional (naturalismo de la razón ilustrada).

2. IMMANUEL KANT EN EL CONTEXTO Y PROBLEMÁTICA DE LA ILUSTRACIÓN
·         Nació en 1724 en Königsberg -antes de Alemania, ahora Polonia-, ciudad de la que sólo salió en una ocasión. Fue un hombre profundamente religioso, extraordinariamente metódico y disciplinado en su trabajo. Estaba muy impregnado de los ideales ilustrados y simpatizó con los ideales de la independencia americana y de la revolución francesa. En su tiempo dio testimonio de pacifista convencido, antimilitarista y opuesto a toda forma de patriotismo nacionalista excluyente.
·         Obra: Suelen dividirse en tres períodos: pre-crítico, crítico y post-crítico. En su primera etapa acepta la filosofía y metafísica dogmática de sus maestros, Leibniz y Wolff. Sus obras importantes pertenecen al período crítico: Crítica de la razón pura -KRV-, (1781); Crítica de la razón práctica -KPV-, (1788) y Crítica del juicio (1790). Escribió múltiples obras y artículos menores. Por la originalidad de su sistema y la precisión y profundidad de sus reflexiones es uno de los filósofos más notables de todos los tiempos.
·         Breve esbozo de sus intereses filosóficos: Kant fue el autor que con mejor fortuna intentó realizar la síntesis entre las dos grandes corrientes filosóficas de la modernidad, el racionalismo y el empirismo. Pero además estudió y aportó soluciones originales a otros muchos problemas ya tradicionales en filosofía, tanto en el terreno epistemológico y puramente especulativo como en filosofía práctica y moral. Kant resultó ser la figura de mayor relieve del movimiento ilustrado y uno de los filósofos más creativos y originales de todos los tiempos. Sólo puede ser entendido desde la perspectiva de los intereses de la Ilustración (punto anterior).
 Los cuatro intereses fundamentales de Kant fueron:
1. Establecer los principios dentro de los cuales es posible un conocimiento científico de la naturaleza, es decir, responder a la pregunta: ¿qué puedo conocer? De ello se encargará la metafísica.
2. Establecer y justificar los principios que deben regular la acción moral o política y precisar las condiciones de la libertad: ¿qué debo hacer? Esta tarea corresponde a la moral.
3. Perfilar, de cara al futuro, el destino último del hombre y las condiciones y posibilidades de su realización: ¿qué me cabe esperar? Es lo que intentan responder todas las religiones. Pero responder a una de esas preguntas obliga a plantearse las demás, pues ninguna es independiente de las otras.
4. Existe una pregunta que las engloba a todas: ¿Qué es el hombre? Por tanto, el proyecto y meta última de toda la filosofía kantiana es lograr una clarificación racional al servicio de una

3.   “CRÍTICA DE LA RAZÓN PURA”. LA CONCEPCIÓN KANTIANA DEL CONOCIMIENTO
A la pregunta ¿qué puedo conocer? responde Kant en su obra “Crítica de la Razón Pura”. Intenta señalar 1) Los principios que garantizan un conocimiento científico de la naturaleza y 2) Los límites dentro de los cuales es posible tal conocimiento.
3.1 CONCEPCIÓN KANTIANA DEL CONOCIMIENTO
→ (Kant ante el racionalismo y el empirismo)
·         La doctrina kantiana del conocimiento parte de un distinción fundamental entre dos fuentes
de conocimiento: la sensibilidad y el entendimiento. Las dos vías de conocimiento poseen características opuestas entre sí.
a)     Sensibilidad: Es pasiva y se limita a recibir las impresiones procedentes del exterior - colores, sonidos, etc., equivalentes a lo que Locke denominó ideas simples y Hume impresiones de sensación-.
b)    Entendimiento: Es activo y produce espontáneamente ciertos conceptos e ideas sin derivarlos de la experiencia, como los de «sustancia», «causa», «necesidad», «existencia», etc.
·         Las consecuencias de esta distinción son importantes:
1. Comienzos racionalistas de Kant: Si el entendimiento produce espontáneamente  ciertos conceptos sin derivarlos de la experiencia, se podrá conocer la realidad mediante un sistema basado en tales conceptos, sin recurrir a la experiencia -tesis central del racionalismo-. Combinando los conceptos de causa, sustancia, existencia y necesidad mediante razonamientos adecuados se puede dar por cierta la existencia de un ser necesario, sustancia y causa primera.
2.   Abandono del racionalismo tras la lectura de Hume: Kant despertó del «sueño dogmático» tras leer las críticas de Hume al racionalismo, y quedó convencido de que nuestro conocimiento no puede extenderse más allá de la experiencia. Pero respecto a los conceptos que no proceden de la experiencia afirma que son útiles en la medida en que no son aplicados fuera de los límites de la experiencia. P. ej., el concepto de «sustancia» se aplica a objetos de los que sólo percibimos cualidades o propiedades aisladas -colores, sonidos, movimientos, formas...- pero suponemos que tras ellos existe un sustrato material que les sirve de soporte. Conceptos así se utilizan sólo para unificar impresiones sensibles que de otro modo quedarían inconexas. Sin un concepto como el de sustancia no podríamos hablar de ningún objeto del universo y la ciencia y el estudio de la naturaleza sería imposible.
3.    Conclusiones de Kant sobre el uso correcto de los conceptos que el entendimiento posee al margen de la experiencia:
1ª) El entendimiento los utiliza para conocer los objetos de la experiencia, ordenarlos y unificarlos;
2ª) no pueden ser legítimamente utilizados para referirnos a algo de lo que no tenemos experiencia sensible. No tendría sentido, p.ej., aplicar el concepto de sustancia a Dios, objeto del que no tenemos experiencia sensible.
De este modo Kant toma distancia frente al racionalismo y frente al empirismo. Mientras el empirismo sostiene que todos nuestros conceptos proceden de la experiencia, Kant sostiene que el entendimiento posee conceptos que no proceden de la experiencia, aunque solamente puedan ser aplicados en el ámbito de lo empírico.
Nuestro conocimiento es posible por dos razones:
1. Parte de los datos que recibimos a través de la experiencia sensible, pero no todo lo que conocemos es la experiencia.
2. A esos datos de la experiencia les añadimos algo y ese algo son las formas “a priori” del conocimiento, las cuales las posee el entendimiento sin derivar de la experiencia (intuiciones puras). Los produce de manera espontánea, en el momento de conocer (sustancia, causa, necesidad...) y nos permiten unificar, ordenar los datos que recibimos a través del conocimiento sensible. Además sólo pueden ser utilizados legítimamente para referirse a la experiencia sensible.
El objeto de conocimiento está formado por la materia, que es lo dado, las sensaciones, la
experiencia sensible, y la forma que son las formas a priori que ordenan la materia, es decir, lo añadido por el sujeto, “lo puesto” como dice Kant: “ sólo conocemos de las cosas lo que nosotros mismos ponemos en ellas”.
Por lo tanto el objeto de conocimiento no es lo dado por la experiencia sino que es lo dado más lo puesto, esto significa que no podemos conocer la realidad como es en sí misma, sino que la conocemos transformada por las formas “a priori” del conocimiento, es decir, el objeto de conocimiento es el fenómeno (constituido por el sujeto tal y como se le manifiesta) y el noúmeno sería la cosa en sí sin que se le manifieste al sujeto.
El objeto de nuestro conocimiento no se da, hay que construirlo (es un proceso de unificación de la pluralidad empírica).
3.2 PUNTO DE PARTIDA: EL PROBLEMA DE LA METAFÍSICA
 En esta obra Kant comienza refiriéndose a la situación a la cual ha llegado la metafísica: la metafísica es un campo de constantes disputas, no hay unanimidad entre sus partidarios, todo esto hace que sea objeto de desprecio e indiferencia. Esto no quiere decir que Kant rechaza tajantemente la metafísica, al contrario, considera que los temas que trata son de interés para el hombre, de hecho éste tiende inevitablemente a planteárselos.
Entonces, ¿por qué pone Kant en entredicho la metafísica?
Lo que cuestiona Kant de la metafísica es su pretensión de ofrecer conocimiento científico de los temas que trata, unos temas que están más allá de la experiencia. Y, ¿es posible obtener conocimiento de realidades suprasensibles?
Según Kant la metafísica tradicional no ha dudado de ello, pero para él no está del todo claro, por eso, es necesario antes de pronunciarse a favor o en contra, emprender una investigación que ponga en claro las capacidades de la razón. Sólo así podremos estar seguros de que hemos llegado a un conocimiento seguro legítimo, y acabar con arrogancias infundadas.
El camino que va a seguir en esta obra es el siguiente: como la validez  de las Ciencias es un hecho, hay que preguntarse en primer lugar cómo son posibles las Cª, es decir, que es lo que hace que estas Cª constituyan un conocimiento válido. Una vez que sepamos cómo son posibles las matemáticas y la Física habrá que ver si en la Metafísica se dan esas  mismas condiciones. Si se dan, entonces la respuesta a la legitimidad de las pretensiones de la metafísica será positiva de lo contrario será negativa.
 La cuestión previa a solucionar es cómo es posible la Ciencia, para ello Kant empezará a analizar aquello de lo cual está formada la Cª, es decir, los juicios: verá qué tipo de juicios posee la Cª y que son capaces de fundamentar el conocimiento científico. Pero antes de responder a esta cuestión Kant establece su planteamiento general sobre el conocimiento, su posición o concepción del mismo.
3.3 LOS JUICIOS
Como el acto de síntesis  que constituye el conocimiento se realiza en el juicio, Kant considera que es preciso determinar qué es un juicio científico, es decir, aquellos que son universales, necesarios y aumentan nuestro conocimiento acerca del mundo.
Para determinar qué es un juicio o cómo son los juicios científicos parte de una doble distinción: Juicios analíticos - sintéticos y juicios a priori - a posteriori.
1. Juicios analíticos: son juicios universales y necesarios y se caracterizan porque el predicado no añade ninguna información acerca del mismo sujeto. Ej. “Un soltero es un no casado” o “Un triángulo es un polígono de tres lados”.
Estos juicios no son científicos porque aunque son universales y necesarios, deben aportar información al sujeto, y no lo hacen, con lo cual no lo hacen avanzar en el conocimiento de la realidad (son tautológicos: dicen dos veces lo mismo).
2. Juicios sintéticos: aquellos en los que el predicado añade información sobre el sujeto, pero éstos no son universales y necesarios, requisito imprescindible para ser científicos. Ej. “María es vecina de Pedro” (son contingentes y particulares).
La segunda distinción fundamental es la que existe entre juicios a priori y juicios a posteriori:
3. Los juicios a priori: no necesitan de la experiencia para demostrar su verdad. Está claro que todos los juicios analíticos son a priori, no necesitan acudir a la experiencia para ser verificados. Mostrar la verdad de la expresión  Todos los solteros  son no casados” no necesita de ninguna referencia a lo empírico (es algo de razón, de lógica).
4. Juicios a posteriori: aquellos juicios que necesitan de comprobación empírica para ser verificados. A primera vista parece que todos los juicios sintéticos son a posteriori, “Todos los habitantes de zonas lluviosas poseen un paraguas”: éste, es un juicio sintético a posteriori, pues para poder afirmar su verdad hemos de comprobar si efectivamente lo enunciado por el juicio ocurre.
El problema de estos juicios es que no son válidos para la Cª ya que aunque aportan información acerca de la realidad, no pueden ser universales y necesarios ya que la universalidad y necesidad, como había ya afirmado Hume, no puede apoyarse en la experiencia sino en la razón.
·         Si ni los juicios analíticos a priori ni los sintéticos a posteriori sirven para la Cª por sus
respectivas limitaciones, cabe preguntarse si no existen juicios sintéticos a priori, los cuales reunirían las condiciones exigidas por la Cª. Aportan información (sintéticos) y son universales y necesarios (por nuestra facultad de conocer), en virtud de su no recurrencia empírica para su comprobación. Kant afirma que los juicios científicos son de este tipo. “Todo lo que sucede posee una causa”.
Kant tratará ahora de encontrar cuales son los elementos a priori que aporta el sujeto en el conocimiento de la realidad, analizará las facultades cognoscitivas. Para analizar esto divide su obra “Crítica de la razón Pura” en tres partes: Estética - analítica - dialéctica (tres modos de aplicación de la facultad de conocer).
3.4  LA ESTÉTICA TRASCENDENTAL. EL ESPACIO Y EL TIEMPO
            Aquí Kant se dedica a determinar los elementos “a priori” de la sensibilidad. La sensibilidad es la facultad de la razón mediante la cual el hombre percibe el mundo tanto interno como externo.
Las formas a priori de la sensibilidad son el espacio y el tiempo. El espacio y el tiempo son nuestros modos de conocer las impresiones sensibles, es decir, todas las cosas son percibidas espacio-temporalmente. El espacio y el tiempo son algo subjetivo, no dependen de la experiencia, somos nosotros quienes ordenamos todo lo que recibimos a través de los sentidos en el espacio y el tiempo (es algo que está en el sujeto pero tampoco lo puede controlar). Después de esto se constituyen las sensaciones; cualquier sensación que tengamos  es dentro de un espacio y un tiempo, cualquier conocimiento sensible se produce dentro de un espacio y un tiempo. El espacio y el tiempo son para Kant intuiciones puras (no conceptos), porque intuición para Kant es una actividad de la mente por la cual se capta un ser individual; mientras que los conceptos son abstracciones que engloban dentro de su contenido un número indeterminado de seres (Humanidad). El espacio y el tiempo son intuiciones (siempre se refieren a conocimientos sensibles), porque sólo hay un espacio y un tiempo. No hay distintos espacios y tiempos que dieran lugar al concepto de tiempo y espacio;
son “a priori”, se conocen junto al conocimiento sensible pero es algo añadido por nosotros y esto lo justifica diciendo que para tener cualquier experiencia es necesario situarla en el espacio y el tiempo. Así pues, el espacio y el tiempo son las condiciones de posibilidad de toda experiencia, porque no es posible ninguna experiencia que no esté situada en el espacio y el tiempo.
Podemos pensar el espacio y el  tiempo sin contenido, sin embargo no podemos pensar en acontecimientos que no estén situados en el espacio y el tiempo. El espacio y el tiempo no son según Kant propiedades objetivas de las cosas mismas, sino formas a priori de la sensibilidad. No son conceptos empíricos sacados de la experiencia externa.
Kant muestra que son condiciones necesarias y suficientes de todos los juicios sintéticos a priori que podemos encontrar en las matemáticas. Son las condiciones para que las matemáticas pueda ser una Cª. El fundamento necesario de las proposiciones matemáticas son las formas a priori de la sensibilidad.

1ª síntesis: sensaciones + formas a priori = fenómeno (se constituye el objeto de conocimiento)                              (E -T)

3.5 ANALÍTICA TRASCENDENTAL. LAS CATEGORÍAS
Se ocupa del entendimiento de aquella facultad de la razón que continúa la actividad iniciada por la sensibilidad.
 El entendimiento va a operar sobre la síntesis realizada por la sensibilidad. en el entendimiento lo que se realiza es una clasificación de los datos sensibles (sensaciones) estableciendo conceptos, es decir, las sensaciones serían la materia para los conceptos del entendimiento. Se llama analítica porque analiza nuestras sensaciones, las ordena estableciendo conceptos y para ello utiliza sus formas a priori que son las categorías; las categorías son las leyes con las cuales el entendimiento ordena y agrupa las sensaciones originándose así una síntesis superior, la cual constituye el conocimiento de los objetos (todos estos pasos o niveles son sólo discernibles mediante la reflexión).
Las categorías son comunes a todos los hombres y no podemos prescindir de ellas para conocer. Kant las clasifica en cuatro grupos: cantidad, cualidad, relación y modalidad.
El conocimiento resulta de la cooperación entre la sensibilidad y el entendimiento, y Kant insiste en que ambos son igualmente importantes para que haya conocimiento. Sin sensibilidad no nos sería  dado objeto alguno y sin entendimiento ninguno sería pensado (conocido). Además las categorías se usan legítimamente cuando se aplican a fenómenos sensibles, transforman los fenómenos, la realidad que nosotros conocemos, en conceptos.
En la analítica de Kant muestra como la Física también es una Cª, es decir, parte de unos datos empíricos a los que después se les aplica el espacio y el tiempo que son los que nos permiten conocer esos datos sensibles y luego el entendimiento aplica las categorías y así se pueden constituir esas sensaciones, en datos universales y necesarios. Se parte de la experiencia y se hacen juicios universales y necesarios gracias a las categorías, ya que la universalidad la otorga la razón, nunca la experiencia. En la analítica trascendental demuestra la validez de la Cª Física.

2ª Síntesis: fenómeno sensible + categorías = conceptos

3.6   DIALÉCTICA TRASCENDENTAL. LA CRÍTICA A LA METAFÍSICA TRADICIONAL
Kant estudia el nivel superior de la inteligencia: la razón; cuya función es hacer una síntesis de los conceptos elaborados por el entendimiento (no hay una síntesis como en los dos casos anteriores, experiencia + a priori, sino ideas de razón). Es una abstracción superior y se realiza sin formas a priori y de esa síntesis surgen las ideas. Según Kant hay tres grandes ideas: Dios, Alma y Mundo, que son ideas tradicionales de la metafísica.
·         Pues bien, Kant aquí se plantea si la metafísica es una Cª, es decir, si podemos emitir
juicios sintéticos a priori sobre estas ideas.
Alma: es la idea, la síntesis de nuestros hechos internos y psíquicos (podíamos identificar el alma con el sujeto pensante, como sustancia pensante). Esta idea se obtiene de nuestra experiencia interna, del conocimiento que tenemos de los actos internos que realizamos, afirmamos que existe un “yo” que sostiene la realización de esos actos internos.
El alma es una idea que no tiene base en la experiencia, no se experimenta, lo que se experimentan son sus actos.
Mundo: (todo lo que existe). Es lo que se obtiene a partir de nuestra experiencia externa, se entiende como la concatenación causal completa de todos los fenómenos. Es una idea que no se puede comprobar por los sentidos; sino que de lo que realmente  comprobamos deducimos que tiene que existir eses mundo.
Dios: Síntesis suprema que abarca todas los demás, condición primera de la posibilidad de todo lo pensable.
·         Ninguna de éstas tres ideas puede comprobarse por la experiencia, por tanto, acerca de
ellas no pueden establecerse juicios sintéticos a priori propios de la Cª, es más, Kant insiste en el carácter trascendente de las ideas de la razón: éstas superan los límites de toda experiencia posible, ningún objeto puede darse en la experiencia que se corresponda con ellas. Tal carácter no implica que sean arbitrariamente fingidas sino todo lo contrario, las ideas de la razón son propuestas por la naturaleza misma de la razón; cuando la razón investiga acerca de nuestras ideas, el conocimiento que obtiene no puede llamarse Cª sino creencia u opinión.
·         Afirma que su existencia es una ilusión, Kant llama ilusión trascendental a cualquier
pretensión de afirmar como existente algo que no puede comprobarse por los sentidos (en la analítica trascendental la ilusión consistía en aplicar las categorías a hechos que no son de la experiencia), Dios, alma, mundo, son ideas, síntesis, recursos inventados por la razón para satisfacer la necesidad de unificar lo múltiple en síntesis cada vez más amplias.
Las proposiciones metafísicas no pueden ser probadas  teóricamente, no en el ámbito de la razón pura, no son proposiciones científicas como exige la razón pura, no son juicios sintéticos a priori (no podemos porque no podemos aplicar formas a priori a algo de lo que no tenemos experiencia, y sólo podemos conocer con dichas formas y aplicándolas legítimamente a la experiencia).
CRÍTICA A LA METAFÍSICA:
Entonces si decíamos antes que la razón no se inventa caprichosamente estas ideas sino que son propuestas por la naturaleza misma de la razón, ¿qué es lo que realmente kant reprocha a la Cª que se ocupa de estos temas?
La respuesta es sencilla: Kant no niega esos objetos, lo que reprocha a la metafísica es su pretensión de ofrecer conocimiento de los mismos.
Las razones que Kant aduce al respecto son fácilmente comprensibles: las categorías son sólo aplicables a los fenómenos; la síntesis de la experiencia y categorías es la condición que debe cumplir todo conocimiento para ser científico.
Ahora bien, lo que hace la metafísica es bien distinto, ésta toma las categorías del entendimiento y las refiere a objetos que están más allá de toda experiencia posible, es decir, actúa como si el alma, el mundo y Dios fueran propiamente objetos, como si tuvieran realidad objetiva y les aplica las categorías del entendimiento, pero como sabemos las categorías no pueden ser aplicadas en estos casos, aplicárselas sería un uso ilegítimo de las mismas.
Por lo tanto la metafísica no es una Cª, sin embargo habrá una esfera en que la metafísica si será posible, en la esfera de la moralidad.

4.   CRÍTICA DE LA RAZÓN PRÁCTICA” Y LA ÉTICA EN KANT.

4.1 EL CONCEPTO DE RAZÓN PRÁCTICA Y EL CONOCIMIENTO MORAL
·         La actividad racional o intelectual del ser humano no se limita sólo al conocimiento de los
hechos/objetos -CRP-. La razón se preocupa también de responder a la pregunta ¿qué debo hacer? ¿Cómo he de actuar? Mientras la razón teórica -pura- se ocupa de lo primero, la razón práctica se ocupa de responder a tales preguntas.
·         Razón teórica y razón práctica no son dos razones diferentes en el hombre, sino dos
funciones perfectamente diferenciadas de una misma y única facultad racional. La razón teórica se ocupa de conocer la naturaleza, de cómo son las cosas; la razón práctica se ocupa de cómo deberían ser, de cómo orientar la conducta humana. Estudia otra dimensión de la razón, su parte práctica, es decir, la voluntad. La voluntad para Kant, no es una facultad distinta de la inteligencia, el hombre no está compuesto de voluntad y de inteligencia por separado, esta inteligencia piensa y  decide y la decisión sigue siendo un hecho de razón.

·         A la razón práctica no le interesa conocer cómo es, de hecho, la conducta humana, ni
cuáles son los motivos empíricos y psicológicos -deseos, sentimientos, intereses, etc.- que impulsan a los hombres a actuar; sólo le interesa conocer cuáles deben ser los principios que han de guiarle si quiere actuar racionalmente, moralmente. Según Kant, la ciencia -razón teórica- se ocupa del ser, mientras que la moral -razón práctica- se ocupa del deber ser.
·         Kant pretende fundamentar la moralidad averiguar lo que hace que una acción sea
moral, hallar los principios según los cuales juzgamos moral una acción y reprobable otra.
·         Kant cambia el planteamiento tradicional de la ética: las éticas anteriores son materiales,
se centran en el contenido de la acción, es decir, en lo que se hace; la ética que propone Kant es formal: divide las acciones en buenas y malas según su intención no según el contenido, para Kant el contenido no es bueno ni malo, depende  de la intención. La ética kantiana no nos dirá exactamente qué hemos de hacer. Sólo nos dirá cómo hemos de actuar.
4.2  NOCIONES DE IMPERATIVO. LA LEY MORAL COMO “IMPERATIVO CATEGÓRICO
 → Mientras la razón teórica formula juicios –“El calor dilata los cuerpos”-, la razón práctica formula imperativos o mandamientos morales –“no matarás”-.
El juicio moral sirve para expresar lo que se debe hacer, el deber que tienes. Kant distingue diferentes tipos de juicios:
1. Juicios morales subjetivos: aquellos que explican el comportamiento real de un individuo, son particulares de cada individuo no son universales porque no expresan lo que se debe hacer sino lo que de hecho se hace.
2. Juicios morales objetivos: los que expresan el deber, como tiene que ser el comportamiento de un ser racional y estos juicios se dividen en:
   a. Hipotéticos: expresan una obligación moral condicionada y que por tanto se pretende cumplir como un medio para conseguir otra cosa. Ej. Ser una persona cívica para conseguir beneficios sociales.
   b. Imperativos categóricos: son aquellos imperativos en los que la obligación moral se quiere por sí misma, sin supeditarla a nada, “el deber se quiere por el deber”, independientemente de que se consiga algo, es el respeto a la ley y al deber, el auténtico fundamento del imperativo categórico y de la moralidad en general (difícil de darse).
 → La ley moral o imperativo categórico viene a ser formulada del siguiente modo:
1. “Obra de tal manera que veas a tu voluntad como legisladora universal, de tal manera que lo que tú hagas lo pueda hacer todo el mundo”.
2. “Obra de tal manera que la persona humana no se vea a sí misma ni a los demás como un medio sino como un fin en sí mismos”
3. “Obra según una máxima tal, que puedas querer al mismo tiempo que se torne en Ley Universal”  
Este imperativo no establece ninguna norma concreta, sino el esquema o forma que ha de tener cualquiera de las normas con las que nos orientamos en nuestra conducta concreta. Destaca la exigencia de universalidad.

4.3  POSTULADOS DE LA RAZÓN PRÁCTICA: LA LIBERTAD, LA INMORTALIDAD DEL ALMA Y LA EXISTENCIA DE DIOS
En la Crítica de la Razón Pura Kant había mostrado la imposibilidad de la metafísica como ciencia, y por  tanto nuestra incapacidad para obtener conocimiento objetivo acerca del mundo, del alma y de Dios. Pero la inmortalidad del alma y la existencia de Dios constituyen interrogantes que siempre han interesado al ser humano y que no puede dejar de plantearse. Nunca negó Kant la inmortalidad del alma o la existencia de Dios: sólo se limitó a señalar que alma y Dios no son asequibles al conocimiento científico, pues no son objetos de la experiencia a los que podamos aplicar nuestras categorías. Pero lo original de su aproximación estriba en plantearse el tema de Dios y del alma no en la razón teórica, sino en la razón práctica. En la dimensión práctica de la razón  es posible construir una metafísica, imposible desde la perspectiva de la razón pura, y lo hace mediante los postulados de la razón práctica
Libertad, inmortalidad del alma y existencia de Dios son, para Kant, postulados de la razón práctica. «Postulado» significa aquí algo que no es demostrable, pero que necesariamente hemos de suponerlo como condición que hace posible la moral misma. Justifican la ley moral, es decir, el imperativo categórico.
·         Obrar moralmente, conforme al deber, sólo es posible si existe libertad ya que si actuamos
por necesidad, determinados, no tendría ningún sentido la existencia del deber.
·         La inmortalidad del alma se comprende mejor si tenemos en cuenta que la razón nos
ordena alcanzar la virtud, la mayor honradez posible, la perfecta adecuación de nuestra voluntad a la ley moral. Pero la cima de la honradez jamás puede alcanzarse en una existencia tan limitada como la nuestra. Su alcance exige una duración ilimitada, en un proceso indefinido de ajuste: la inmortalidad.
·         Dios: Va a aceptar la existencia de Dios para justificar la existencia de la conciencia.
Piensa que Dios existe pero su idea de Dios es un poco especial, ya que Dios sólo le sirve para justificar la conciencia moral. Dios existe porque es el responsable de la otra vida donde se realizará la perfección moral; Dios es necesario para la existencia de la inmortalidad y además puesto que en esta vida no se puede saber lo que está bien o mal objetivamente, porque todo depende de la intención, entonces será Dios quien en la otra  vida recompense la virtud y castigue los vicios.
Estos tres postulados los acepta por “creencia”, no porque se demuestren. La voluntad “necesita” aceptar estos tres postulados.