LA FILOSOFÍA ESPAÑOLA
1. LA FILOSOFÍA DE JOSÉ ORTEGA Y GASSET
EN EL CONTEXTO FILOSÓFICO-ESPAÑOL CONTEMPORÁNEO.
● Los avatares históricos que afectaron a
Ortega fueron la crisis del 98 español, la dictadura de Primo de Rivera, la
Segunda República en la que él participó activamente, al menos, al principio.
La guerra civil y su exilio, la España franquista, su vuelta a esta España a
partir de 1945, y por ende, las cuestiones europeas: 1ª Guerra Mundial, Europa
de entreguerras, ascenso del nazismo y fascismo al poder, 2ª guerra mundial, la
postguerra, etc.…
Madrileño, de familia liberal, propietaria de
"El Imparcial”. Estudió en Madrid y
completó sus estudios en Alemania.
● Ortega, fundiendo periodismo y filosofía,
contribuyó a divulgar esta última y sobre todo a que se conociera
en España las investigaciones que tenían lugar fuera de ella, particularmente
en Alemania (en 1917 funda “el Sol”, y en 1923 la “Revista de Occidente”).
● Una de sus máximas preocupaciones era la
crisis europea y la española en concreto. Esta crisis se apreciaba en una
sensación de desorientación y en una pérdida de confianza en la razón como
instrumento para resolver los problemas humanos.
Un caso claro sería el “del sentido
trágico” que Unamuno encontraba a la vida, al que
Ortega pretendía oponer otro más “festivo”. En este sentido es
fundamental entender EL RACIOVITALISMO como un intento de
rescatar la razón de la reacción visceral unamuniana, en la que lo importante eran los sentimientos
de las personas y la angustia que produce en el hombre la consideración de la
muerte.
● Ortega achacaba este tipo de actitudes a
que la apuesta ciega realizada por el racionalismo y el idealismo a favor de
la razón. Esta apuesta había producido un gran avance científico, pero no
resolvió los problemas humanos, por lo que se había caído en una reacción de
desconfianza.
Confiaba en que el trabajo de su generación
serviría para resolver “el problema de
nuestro tiempo”: superar el idealismo.
● Proponía como solución no un rechazo, sino
un rescate de la racionalidad, pero con
otra forma: dejar que LA RAZÓN VITAL
ocupe el lugar de la fría razón cartesiana, poniéndola al servicio de la vida y
no al contrario. Rechaza una “razón pura”, aislada. Debido a esto, Ortega se
impuso una reforma total de la filosofía, y por tanto del ser y del conocer.
Entendía la filosofía
COMO UN SABER RADICAL, que
plantea los primeros y los últimos problemas y así se distingue de los otros
conocimientos que domestican la vida y la fraccionan.
● En Ortega confluyen muchas líneas de
pensamiento, hasta tal punto que algunos le han negado originalidad
(neokantismo, vitalismo, fenomenología, historicismo, Heidegger…). Siendo esto
verdad, también hay que reconocer que Ortega es un pensador original, y que dotó a la filosofía española de un lenguaje
propio y digno y fue una de las piezas claves del renacer intelectual español.
Resultado de su esfuerzo personal no es solo
la Revista de Occidente, sino el florecimiento de una generación
de pensadores que ha sido denominada “Escuela de Madrid”, en la que
destacan algunos autores como Manuel García Morante, Xabier Zubiri, Julián
Marías, María Zambrano, Laín Entralgo, Aranguren, Ferrater Mora etc. ...[1]
2. “QUÉ
ES FILOSOFÍA”
2.1 DESCRIPCIÓN DE SU FILOSOFÍA
Para Ortega la Filosofía no
nace por razón de utilidad o por capricho, es una necesidad del intelecto, es
algo “vital”. La filosofía no
es algo rígido y estructurado, sino flexible, abierto, vivo, como la propia
vida. No tiene nada que ver con la simple utilidad: el filósofo no puede
preguntarse para qué sirve la filosofía... Al filósofo le caracteriza el afán
de entender, de captar la realidad del mundo, el Universo. La filosofía es conocimiento del Universo.
Más que leer filosofía hay
que desleerla, es decir, pensar cada frase, descender hasta su significado; A
la lectura “horizontal”, al simple patinar mental, hay que implantar la lectura
vertical, “significativa”.
2.2 OBJETO DE LA FILOSOFÍA
● El objeto de la filosofía
es “el conocimiento del Universo o cuanto
hay” (lecc.9). Podemos señalar una
serie de notas en relación a este objetivo:
1. La filosofía aspira al
conocimiento de “cuanto hay”, no
cuanto existe: hay cosas que no existen, pero las hay (un cuadrado
redondo).
2. La filosofía aspira al
conocimiento del Universo, pero, ¿qué
cosas hay en el Universo?:
- Las que acaso hay, lo sepamos o no.
- Las que creemos erróneamente que hay, pero no
las hay.
- Las que podemos estar seguro de que las hay.
(son estas últimas las que sin duda constituyen los datos del Universo).
2.3 METODOLOGÍA FILOSÓFICA
● El método que utiliza
Ortega es “el asedio filosófico”,
no trata un tema directamente, sino dándole vueltas, planteándolo en contextos
diferentes, profundizando...
● Este método tiene unas características:
1. Imperativo de
autonomía: La filosofía se plantea un problema, sin creencias previas, el
filósofo renuncia a apoyarse en nada interior.
2. Imperativo de pantonomía: Busca el
conocimiento del Universo entero.
3. Imperativo de
esencialidad: Busca la raíz de lo que hay, el dato esencial y ese dato es el ser de las cosas (por eso la
filosofía de Ortega es ante todo ontología “tratado del ser”).
4. Conocimiento teórico:
la teoría es un conjunto de conceptos, los cuales son expresables e
intersubjetivos.
Esta
última característica hay que tenerla muy en cuenta
porque si bien hay que diferenciar el campo de acción de la filosofía en
relación a otras Ciencias, también hay que diferenciarla del “misticismo”: Para Ortega lo inefable o indecible no es un concepto.
El conocimiento sobre lo inefable es todo menos filosofía. [La filosofía busca
la “aletheia”, la transparencia, el
desvelamiento de algo y esto también es un “hablar” (logos), por eso será también una ontología, “un habla que nos
desvela el ser de las cosas”].
3. PERSPECTIVISMO (Teoría del conocimiento)
●
Esta etapa va de 1914 a 1923. Esta doctrina se llama también circunstancialismo
y consiste en que no debe haber ningún
dato de la realidad ni ningún problema, por pequeños que nos pudieran parecer,
que deban ser dejados de lado en la reflexión filosófica. El método
de la circunstancialidad parte de la reflexión sobre las cosas que nos son más
próximas, las cosas que nos rodean, para elevarse paulatinamente a las más
lejanas.
● El Perspectivismo afirma lo
siguiente:
1. Que todo conocimiento está anclado
siempre en un punto de vista, en una
situación concreta, en una
circunstancia. La única perspectiva de la
realidad que se puede tener es individual.
2. Que en su propia esencia, la realidad
misma es multiforme,
atendiendo a la
pluralidad de puntos de vista.
3. El perspectivismo sostiene la multiplicidad de los posibles puntos
de vista sobre la realidad, pero esta multiplicidad debe ser unificada
desde algún principio rector. Este principio rector radica, para Ortega, en la
afirmación de que esas perspectivas múltiples no son contradictorias y
excluyentes unas para las otras. Muy al contrario, esas perspectivas deben ser
unificadas, porque en cada una de ellas hay una gota de verdad;
4. De modo que “la verdad” está
constituida por la unificación de las múltiples perspectivas. Ello lleva a
entender la verdad como algo que se va alcanzando paulatinamente en la medida
en que se van unificando las perspectivas.
No obstante, aunque el ser del mundo es
perspectiva y el yo es circunstancial, ello no aboca en absoluto al mero
relativismo. Para evitar tal posibilidad, Ortega intenta conciliar la
multiplicidad de perspectivas en la unidad de la verdad, lo que le conduce a la
reflexión SOBRE LA HISTORIA: Cada individuo –persona, pueblo, época– es un
órgano insustituible para la conquista de la verdad.
Ortega se dirige contra el
objetivismo de la verdad, que presupone que la verdad es una y la misma
para todos los hombres y que debe ser entendida y comprendida en idénticos
términos, y contra el subjetivismo, para el que no habría posible
acuerdo entre los sujetos, pues la percepción de la verdad de cada uno sería
exclusivamente la de cada cual (escepticismo).
Según esto para Ortega, el otro tiene un
valor en sí, en cuanto sujeto de perspectivas, aunque su perspectiva no
coincida en ningún momento con la mía. El otro será más valioso en la medida en
que refleje mejor su perspectiva, en la medida en que sea más fiel a su individualidad. El único imperativo que puede mantenerse
como absoluto es, precisamente el imperativo de la individualidad, el que nos
ordena a ser fieles a nuestros propios puntos de vista.
● Una vez fuera de los márgenes angostos
del relativismo y del escepticismo, se
impone como solución la síntesis de perspectivas, que
puede ser resumida en el plano moral, político o religioso con el término de “tolerancia”. Tolerancia no significa
renuncia a las propias posiciones o el empeño en que el otro renuncie a las suyas.
Por el contrario, tolerancia significa la aceptación de que las posiciones del otro
tienen el mismo derecho a existir que las mías, porque unas y otras son parciales
y complementarias.
● El
perspectivismo no es una doctrina accidental sino que se convierte en la piedra angular de su teoría del
conocimiento. En ésta se opone Ortega
tanto al idealismo como al realismo.
4.
ORTEGA Y GASSET, NI REALISMO, NI IDEALISMO: EL RACIOVITALISMO
→ La filosofía de madurez de Ortega y
Gasset es conocida como ‘RACIOVITALISMO’ y abarca de 1923 a 1955. Con este
término se trata de reflejar aquella doctrina intelectual que pretende superar críticamente las posturas filosóficas del vitalismo y del racionalismo
conjuntamente, elaborando una concepción del mundo que recoja y corrija a
ambas.
● En primer lugar es preciso volver a
pensar radicalmente fuera de los
márgenes del realismo y del idealismo. No podemos reducir lo humano a
mero fenómeno biológico, pero tampoco podemos aceptar una razón que ha
suplantado la vida y ha puesto ésta en función de aquella.
Al hilo de su crítica al realismo e
idealismo Ortega va exponiendo sus ideas:
a) EL REALISMO comienza
con la filosofía griega y consiste en la creencia de que el mundo está compuesto por cosas con
independencia del sujeto que las piensa, es lo que Ortega llama ‘realismo ingenuo’. Desde ese punto de
vista, los seres humanos no tenemos nada de especial, y la realidad puede
existir independientemente de que haya sujetos capaces de pensar en ella.
En
el realismo, el “yo” centra la atención en las cosas que le rodean y éstas
impiden que el “yo” se dé cuenta de sí mismo. Para el yo sólo existen las cosas
corporales y no duda de ellas para nada. Sin embargo para Ortega esto es
una “ingenuidad filosófica”, porque
para el realismo, la conciencia ha sido algo secundario.
No
se puede admitir que el sujeto sea un simple trozo de la realidad, el
sujeto no es una cosa más del cosmos (no tiene Naturaleza tiene Historia): el sujeto es el que recibe todas esas
impresiones, el que las selecciona, el que las vive. El realismo no ha
sabido dar importancia al yo y ha quedado absorbido por el mundo exterior.
b) EL IDEALISMO moderno
arranca con Descartes y parte del dato incuestionable de la ‘duda’; para él la única realidad segura es la
existencia del yo, del sujeto que piensa, por eso hace depender el mundo de la
conciencia;
Para
el idealismo las cosas son estados de “nuestro yo”, contenidos de conciencia. El sujeto, señala Ortega, se
traga el mundo exterior, de tal modo que éste desaparece. Las cosas son, en
cuanto son para mí, la verdad radical es
el yo, mi pensamiento. Las cosas dependen del yo.
Para
Ortega el idealismo tiene razón cuando dice que yo no puedo
saber de las cosas más que en cuanto son pensadas por mí. Pero el idealismo no
puede afirmar la independencia del sujeto con respecto a las cosas: no puedo hablar de las cosas sin el yo,
pero tampoco puedo hablar de un yo, sin las cosas. No existe el yo sin cosas,
sin mundo. El sujeto que piensa y lo pensado son realidades
inseparables.
Yo
me encuentro al mismo tiempo con “mi yo” y “mis cosas”. El dato radical del
Universo no puede ser el pensamiento, sino el pensamiento más las cosas.
Como conclusión de esta
crítica al idealismo y realismo, podemos decir que la realidad del mundo no
está ni fuera (realismo) ni dentro de mi pensamiento (idealismo): está con mi pensamiento; la conciencia y el objeto, yo y las cosas,
inseparablemente unidas, es decir, LA VIDA (‘hallarme yo en el mundo’,
esto es lo que Ortega llama ‘el tema de
nuestro tiempo’).
EL
RACIOVITALISMO es la teoría del conocimiento que parte de la vida. Hay una estrecha unión entre razón y
vida, razón e Historia. La razón da cuenta de hechos vitales y tiene
que usarse sobre todo, para vivir. Una
razón vital, no pura.
Dos
van a ser los conceptos claves del raciovitalismo: la vida y la razón vital.↓
5
LA VIDA HUMANA, HISTÓRICA Y SOCIAL
5.1 LA VIDA COMO REALIDAD RADICAL
El centro de atención de la
Filosofía de Ortega es la vida (no
es el mundo externo -realismo-; ni el sujeto -idealismo-) la cual incluye el sujeto y el mundo.
Pero, ¿qué sentido tiene?, ¿cómo
podemos caracterizar esa vida?:
1. La vida es la realidad
radical, dentro de la cual se encuentran las demás realidades.
2. La vida es encontrase
con el mundo. No es nada abstracto, sino mi vida personal e intransferible,
la que yo vivo sufro...
3. La vida es ocuparse de
algo; la vida es constante decisión y decidimos para algo. Por eso la vida
es anticipación, prefigurar el futuro, lo que deseamos ser.
4.
La vida es un quehacer, nada se nos da hecho, la vida es un problema a
resolver. Por eso tiene que proyectarse y el mundo ofrece un abanico de
posibilidades a elegir, así que la vida es LIBERTAD.
(Ortega, como la mayoría de
los existencialistas, mantiene una
postura similar en torno al problema de la libertad humana: el hombre está
condenado a ser libre. Siempre nos vemos obligados a elegir, y mientras sigamos
viviendo tendremos que tomar decisiones y asumir la responsabilidad. Vivimos en
unas circunstancias que nos condicionan pero nos dejan también un margen de
posibilidades entre las que tendremos que ir decidiendo nuestro futuro; por eso
la libertad es una de las características esenciales del vivir).
5. La vida es un problema:
cada uno de nosotros es un problema, nos encontramos viviendo sin saber cómo ni
por qué, nos encontramos con un entorno problemático.
6. La vida es encontrarse
a sí mismo: darse cuenta de uno mismo y del mundo que le rodea.
7. La vida es
coexistencia con los demás individuos. El hombre aislado es pura
abstracción. Hemos sido arrojados a una vida que supone una totalidad:
personas, mundos, circunstancias...
5.2
LA RAZÓN VITAL
RAZÓN: La razón cartesiana y científica ha dado muy buenos
frutos en su intento de dominar y conocer la naturaleza, pero contrasta con el
fracaso que ese uso de la razón ha proporcionado a la hora de resolver los
problemas humanos, por lo que se
hace necesario integrar esa razón
en otra más radical: la razón vital.
5.2.1
CARACTERÍSTICAS DE LA RAZÓN VITAL
La realidad radical para
Ortega es la vida, nuestra vida, la vida particular. El conocimiento de dicha
realidad, la razón que da cuenta de ella, no es una razón pura (al estilo
kantiano), es una razón que nos pone en contacto con la realidad, es
la razón vital:
1. Es razón histórica:
se hace con la Historia, por tanto no es un hecho acabado (factum) sino un irse haciendo (in
feri).
2. La razón vital no se
opone a la vida, no la sustituye. Es una función viva y espontánea (por eso
la razón vital tiene que sustituir a la pura).
3. Razonar significa
referir algo a mi propia vida, a mi contexto. Esa razón vital lleva a
comprender al hombre en su contexto (más complejo que la definición estática de
razón pura) ya que “YO SOY YO Y MIS
CIRCUNSTANCIAS”.
Esta
expresión muestra para Ortega, la interrelación obligada entre el “yo” y el “mundo”, los cuales forman un “todo” concreto, irrepetible:
“la vida misma del hombre”.
5.2.2 “YO
SOY YO Y MIS CIRCUNSTANCIAS”
●
“YO SOY YO...”:
La vida se individualiza, se
subjetiva (no tiene la trascendencia social que le daba Nietzsche, en sus
implicaciones morales). El hombre tiende a ser uno mismo, tiene que ser
auténtico y conservar su vida íntima, su conciencia, sin perder la visión del
mundo exterior.
●
“...Y MIS CIRCUNSTANCIAS”:
-
Mi vida no soy yo sólo, sino toda la realidad que me rodea. LA CIRCUNSTANCIA es todo lo que interviene en la vida del
hombre y es utilizado por él para hacerse a sí mismo.
El sujeto se encuentra frente a una realidad
que limita su posibilidad de hacerse a sí mismo. Esta realidad es la circunstancia. El sujeto no
es, por tanto, el yo aislado y fijo del racionalismo, sino que se constituye en su relación con la
circunstancia. La circunstancia la forman cosas, seres humanos, instituciones y
todo aquello que facilita o dificulta la realización de mis posibilidades.
También el cuerpo que uno tiene formaría parte de esas circunstancias…
- La circunstancia es un
tiempo presente (pasado-futuro tienen sentido en la medida que se hacen
presentes de algún modo) y la vida siempre es definida en término de presente.
-
MI CIRCUNSTANCIA ES:
1. Todo lo que soy yo más
los demás, más los usos sociales, más las creencias, las ideas, más las
opiniones, todo lo que aparece a mi alrededor.
2. Todo mi horizonte, mi
vida como pieza del mundo.
3. Inseparable de mi yo: mi
vida se va haciendo con mis circunstancias. Éstas son yo viviendo con ellas y
en función de las cosas.
● La vida humana es por
tanto un proyecto en la que el hombre tiene que crear lo que va a ser, es
un constante hacerse.
El hombre es Historia (no Naturaleza, no
es algo estático). Vivir es
encontrarse perdido entre las cosas, no tener nada fijo y seguro. En medio de
esto, el hombre tiene que salvarse, es decir, ser plenamente uno mismo (mismidad
y autenticidad son dos categorías del destino del hombre).↓
5.3 EL HISTORICISMO: LA RAZÓN
HISTÓRICA
● Ortega siempre defendió que “el hombre no tiene naturaleza, tiene
historia”. La
Modernidad pensó que la racionalidad
sería la puerta del progreso de la humanidad. El ideal de la razón ilustrada ha
permitido comprender y dominar el mundo natural, pero esta racionalidad no ha
servido para entender el problema fundamental del hombre, que es él mismo. Se
ha impuesto una superación de dicha razón, pero sin caer por ello en el
irracionalismo, como por ejemplo, el de
Nietzsche.
Para Ortega la razón es un instrumento
legítimo y válido de explicación de lo real, pero no cualquier tipo de razón. Es
necesario proponer una razón histórica.
● Para su proyecto de razón propone una
distinción interesante:
1. Explicar una cosa significa tener
conocimiento, ideas claras y expresar de modo claro el cómo de algo.
2. Entender significa comprender el
sentido de algo y no sólo las leyes que lo
explican. Esta racionalidad explica el
por qué de algo.
● El hombre no tiene una naturaleza que
sea absolutamente uniforme en todos los seres humanos, sino que el propio
hombre se va construyendo a sí mismo en la historia, en su quehacer; el hombre es esencialmente un ser futurizo
(la vida es futurición).
● La forzosidad de elegir del hombre en
la vida nos adentra en el terreno de la
moral, ya que al tener que elegir, se es libre (aunque no absolutamente
porque la vida es fatalidad, por una parte) y al ser libre se asume la acción
hecha o elegida por nosotros, es decir, que uno tiene que hacerse responsable
de sus actos. La responsabilidad
moral se especifica en las dos categorías morales de la autenticidad y la inautenticidad de la vida,
relacionadas con la respuesta del hombre a su destino:
– Se habla de vida auténtica cuando se
permanece fiel al proyecto vital.
–
Se habla de vida inauténtica cuando el hombre se pierde en la comodidad del
anonimato, de la MASA, cuando
falsea su destino: hombre-masa es aquel que
se considera a sí mismo uno más y
no se exige por encima de los demás. Se trata de un tipo de persona inadecuado
para gobernarse a sí mismo o a los demás. Precisamente, el problema planteado
en la Europa del siglo XX es que son las masas quienes han empezado a gobernar
los estados. La consideración sociológica de los colectivos sociales como masa
y su sentido peyorativo debe mucho a la obra de Ortega La rebelión de
las masas.
●
Otro aspecto derivado de la historicidad del hombre es el de la temporalidad,
pero no un tiempo físico, sino vital, en la forma en la que se manifiesta el
ser. Pero no basta con explicar las circunstancias del pasado, sino que es
necesario entenderlas. Pero si a veces nos cuesta trabajo entender nuestra
propia biografía, ¿cómo entender las de los demás?
Y precisamente por tener que construirse
un futuro inminente le resulta necesario, al mismo tiempo, recordar el pasado. El recuerdo del pasado es lo que le
permite encontrar las coordenadas necesarias para orientarse hacia el futuro.
Por otra parte, la historia nos aparece como un todo continuo que hay que poder
diseccionar para comprenderlo.
● Ortega introduce la división
pormenorizada de la historia que es la historia de las generaciones. Esta vida
histórica del hombre, posee una estructura que la hace estudiable, que la
convierte en historiografía; esa estructura es la de las generaciones.
LA
GENERACIÓN es pues la unidad molecular en que la
historia se divide. Ortega propone el concepto de generación como eje
interpretativo de la historia: “una zona de unos 15 años durante la cual una
cierta forma de vida fue vigente”. Por ser los individuos partícipes de una
misma época y herencia común, cada generación vive de los mismos presupuestos
teóricos. Hasta tal punto existe una comunidad de estos presupuestos, que
siempre serán mayores los parecidos entre los hombres de una generación que sus
diferencias, por más que ellos se empeñen en resaltar las diferencias en las
ideas que propugnan o discutan. Comparten las mismas creencias y un destino
común.
● LAS CREENCIAS - IDEAS: Lo que pensamos conscientemente son ideas; las ideas
son obra mía, nunca es anterior al individuo que las piensa. Sin embargo Ortega
considera que hay otros supuestos más elementales que damos constantemente por
sentado sin percatarnos de ello y de los que depende nuestra conducta. Esos
supuestos son las creencias. Originariamente, las creencias fueron ideas que se
asentaron y se convirtieron en la clave de interpretación del mundo, en las
gafas con las que miramos la realidad. Las creencias son fundamentales en el
acto de vivir, mientras que en la ciencia, o en la filosofía son las ideas su
base principal; las creencias se consolidan socialmente[2] a través de la cultura, la educación y la costumbre
pero en su origen fueron ideas que se han extendido a una colectividad.
RELACION
CON OTROS FILÓSOFOS
● A la hora de establecer
LAS SEMEJANZAS, compararemos a Ortega con Kant,
mientras que fijaremos las diferencias que existen entre el pensamiento del
autor de ¿Qué es filosofía? y Nietzsche.
Puede que a primera vista
nos dé la sensación de que el raciovitalismo de Ortega nada tiene que ver con
la filosofía kantiana, marcada por la arquitectónica de la razón.
1. Sin embargo, sí
podemos encontrar una semejanza de fondo, si tenemos en cuenta todo lo
expuesto en la pregunta anterior. Decíamos antes que la filosofía de Ortega se
deja llevar por el optimismo filosófico
de poder encontrar una solución a los
problemas, una vía intermedia a las oposiciones aparentemente insuperables. Pues
bien, si por algo destaca la filosofía kantiana es precisamente por ser
una filosofía “de síntesis”, por aspirar a conciliar perspectivas filosóficas
alejadas. Si el raciovitalismo de Ortega conjuga vitalismo y racionalismo, el
criticismo kantiano intenta armonizar el empirismo con el racionalismo.
2. Una segunda
semejanza podríamos encontrarla en
la valoración de la filosofía que realizan ambos autores. Esa razón
vital que es el hombre no puede dejar de plantearse algunas preguntas, que
precisamente están relacionadas con su libertad, con su capacidad para
anticipar el futuro y proyectarse en el mismo. La filosofía es algo necesario
dirá Ortega, en consonancia con la actitud kantiana hacia las preguntas
de la metafísica. Ésta no es posible como ciencia, dirá el autor alemán, pero
permanecerá siempre como una tendencia inevitable del ser humano.
3. Y para terminar con las
semejanzas, cabe referirse a la
importancia de la “razón histórica”. Razón vital enmarcada en la
historia, decíamos antes que era la concepción de Ortega. Pues bien, podríamos
señalar a Kant como uno de los primeros autores en señalar la “historicidad” de
la razón, en tomar conciencia del presente histórico en el que vive, de la
herencia recibida del pasado y del legado que se puede dejar al futuro. Los
escritos kantianos sobre la historia no pretendían sino “estar a la altura de su tiempo”, o, utilizando otra expresión de
Ortega, resolver la “tarea de la
filosofía”. Desde la Ilustración el
ser humano toma conciencia de su historicidad, rasgos que se aprecia tanto en
la filosofía kantiana como en ¿Qué es filosofía? de Ortega.
● EN CUANTO A LAS
DIFERENCIAS, podemos relacionar a Ortega con Nietzsche: 1. Ortega critica
duramente su concepto de vida: no se trata sólo de que el hombre sea un
proyecto, y por tanto debamos considerar también su dimensión futura, su
hacerse, sino de algo aún más importante: Ortega
rechaza el vitalismo de Nietzsche porque en el fondo sería una
afirmación completa del irracionalismo. Si nos dejáramos llevar por el
vitalismo de Nietzsche, dejaríamos de ser
proyecto, es decir, dejaríamos de ser
humanos, renunciando a la razón, una de nuestras características
constitutivas.
2. Y si diferente es su
valoración de la vida, también se distanciarán en sus perspectivas sobre la razón humana. Para
Nietzsche la razón es la gran engañadora, la traidora de los valores
originarios. La razón falsea la vida, hace que nos olvidemos de vivir, y por
tanto debe ser rechazada, ignorada. Debemos recuperar el instinto de vida para
ponerlo por encima del pensamiento. Ortega rechazaría esto completamente. Para
Ortega, renunciar a la razón sería renunciar a ser proyecto, renunciar a
planear nuestras vidas sobre un futuro, ya sea inmediato o más lejano. Y esta
dimensión futura de la vida es precisamente lo más característico del ser
humano, lo que nos separa del resto de especies.
3. Una consecuencia de
ambas diferencia es la valoración de
la filosofía: Nietzsche es, a este respecto, el gran crítico de la
civilización occidental. Toda verdad es subjetiva, nos dice el autor alemán, y
la filosofía es sólo un síntoma más de decadencia, de debilidad. Frente a eso,
Ortega afirma la necesidad de la
filosofía, una actividad inherentemente humana. Renunciar a la filosofía es renunciar a preguntarnos, a cuestionar el
mundo, y eso significaría dejar de ser hombres. La radicalidad y la ultimidad
de la filosofía son indispensables, y forman parte de la forma en la que el
hombre vive en el mundo.
TEXTO: “QUÉ ES FILOSOFÍA” lección
X):
Es el curso de filosofía que imparte
en 1929. La 1ª tuvo lugar en la Universidad de Madrid y al ser cerrada por
causas políticas, se traslada a la Sala Rex. La excesiva afluencia de alumnado
le obliga a trasladarse (a partir de la lecc.7) al teatro Infanta Beatriz.
La obra consta de once
lecciones que se pueden agrupar en dos
partes; en la primera se plantean aspectos generales del método
filosófico y en la segunda su concepción de la filosofía, que culmina en
el desarrollo del llamado "tema de
nuestro tiempo". Tiene, además, una introducción donde aparece el
problema del perspectivismo...
Los
temas de las lecciones son: 1. Definición de Filosofía; 2. Soluciones dadas:
realismo-idealismo; 3. Crítica al idealismo-realismo; 4.Solución actual: la
vida. (La lecc.9 contiene la síntesis de los 4 temas).
Lección
X.
En esta lección Ortega
(1883-1955) nos sitúa ante la realidad
radical de la vida personal como realidad nueva, y ante los atributos
esenciales del vivir: encontrarse en el
mundo y decidir constantemente lo
que vamos a ser.
La filosofía precedente
parte de una concepción estática y substancialista de la realidad, la de los
eleátas, que se bifurca en dos direcciones, realismo e idealismo, insuficientes
ambas. Desde el nuevo concepto, no podemos ya definir el ser del hombre como
razón, ni buscar el fundamento de la filosofía en la razón de ser (ni en el “ser” de las cosas, ni en el “ser” del sujeto). El ser y la razón se explican como
manifestaciones de la vida, que es comprendida ahora como realidad radical.
Esquema de la lección:
1. Nuevo
concepto de ser (1-13).
Ø Nueva
idea del ser: la vida.
Ø Defecto
del idealismo: concebir el pensamiento como independiente.
Ø El
nuevo ser (vida) es indigente: necesita el yo y las cosas.
Ø Vivir
es coexistir el yo y el mundo: uno para el otro.
2.
Atributos de la vida.
Ø Realidad
primordial: ni vida psicológica ni biológica.
Ø Lo
que hacemos y nos pasa.
Ø Encontrarse
a sí mismo ocupado con las cosas. Convivir con una circunstancia.
Ø Vivir
es imprevisión: encontrase en un mundo no elegido. Dimensión de fatalidad.
Ø La
vida es elección entre posibilidades. Dimensión de libertad.
Ø Vivir
es sostener el propio ser, llevarse en vilo.
Ø Vivir
es decidir constantemente lo que vamos a ser: temporalidad y futurición.
[1]Periodos
en la obra de Ortega: Objetivismo 1902-1910 (artículos donde se preocupa
por el estado de la cultura española respecto a Europa, y defiende la necesidad
de la disciplina intelectual); Perspectivismo (1910-1923): Meditaciones del Quijote, El Espectador, España invertebrada; Raciovitalismo (1923-1955): El tema de nuestro tiempo, La rebelión de
las masas, La idea de principio en Leibniz (póstuma.)
[2]
SOCIEDAD. La sociedad es
el resultado de la convivencia humana, pero, paradójicamente, se convierte en
lo que dice, hace o piensa la gente, dando lugar a un sujeto poderoso e
inhumano, desalmado. Frecuentemente, nos proporciona las creencias básicas
sobre las que asentamos nuestras vidas; sin
embargo, abandonarse en ellas y a la sociedad supone una delegación
posible para el pueblo o la masa, pero no para el intelectual, que debe tratar
de mostrar lo oculto y reconducirlo si es incorrecto.